sábado, 30 de diciembre de 2017

Avísame

Avísame.
Avísame cuando se apaguen los egos
y su mundo se quede a oscuras.
Avísame cuando necesiten una cura
de humildad,
cuando sus intenciones
sean puras.
Avísame cuando la belleza
no se les suba a la cabeza,
ni haya divos ni divas.
Avísame en el ocaso
de la superficialidad
cuando recuerden lo vacías
qué son sus vidas.
Avísame entonces, cuando
las lágrimas sean sinceras,
cuando se llenen las aceras
de gente noble, de corazón,
no de boquilla.
Avisadme cuando reine la inteligencia,
por filosofía, no por pose, no por ego.
Avísame ese día,
infórmame de que la fe
en la humanidad,
no está perdida.

Sorprendedme, demostradme
cuán equivocado estoy si digo
que creer no debería.

Hasta entonces no esperéis otra cosa
que mi más sincera altanería,
se que estoy a años luz
de vuestra mediocridad,
de vuestras competitividad malsana,
de las ansias por ser mejor que el de al lado,
por el mero hecho de superarlo,
porque en sociedad te ennoblece
y te llueven los halagos.

Avisadme cuando la gente crea en la magia del momento,
del instante,
no en la del después y las alabanzas.
Avisadme cuando la humanidad quiera ser grande.