martes, 18 de mayo de 2010

Poesía posesiva.

Bienvenidos, queridos lectores, a mi blog de poesía.

Un blog que tenía por ahí abandonado, que en su momento nos mandaron hacer en el instituto, para una asignatura del ciclo de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas (sí, ese ciclo hice, sí) y que me ha dado por reciclar con una idea que llevaba tiempo rondándome la cabeza.

Sinceramente, no se cuanto lo voy a actualizar. Es bastante probable que lo olvide, que ni me acuerde de pasar por aquí de nuevo, hasta que vuelva a tener una noche en la que no me apetece hacer nada, ni siquiera dejar caer las lágrimas por las mejillas. Hay que rellenar tiempo de alguna forma.

Posiblemente no os interese, pero ahí va el por qué el nombre del blog. Lo primero, decir que mi primer alternativa fue llamarlo "poesía porque sí" pero estaba cogido. También "poesía poseída" estaba ya en uso. Así que tuve que derivar a poesía posesiva.

Sin embargo, bien pensado, no es un nombre tan malo, ¿verdad? Si hay alguna posesión agradable, es la de la música por un lado, y por otro, la de las letras bailando en la pantalla del ordenador, a medida que las escribes, si eres escritor, a medida que las lees, si eres la parte final de esta cadena de absurdas conjeturas, enfermas conclusiones y malos consejos a los que te voy a someter, lector. La poesía, posesiva como ella sola, cuando la empiezas a leer, pensando en qué hay detrás de esas líneas, qué ha empujado a escribirlas. Que agrio sabor de boca ha dado paso a esa catarata de hermosas impertinencias.

Ante todo, no me hagas caso. Al menos no cuando mi mensaje sea ya desapasionado, melancólico, falto de deseo, pasión, o ganas de vivir. Eso pasa a veces, a mi demasiadas, y refugiarte en mis pequeñas crónicas versadas, no te proporcionará solución alguna, a lo sumo una malsana autocompasión de la que yo, puedo asegurarte, tiendo a abusar, porque me alivia y anestesia como una droga dura, de cuyas garras no puedes, o no quieres, escapar. No soy para nada y desde luego, un ejemplo a seguir.

Pero no se me puede prohibir el escribir nocivas influencias para la sociedad, así que aquí va mi pequeño blog, pensado para compartir lo que llevo dentro, que la mayor parte de las veces, si recurro aquí, será desesperación, un agujero negro que absorbe energía, pensamientos y lo sume todo en oscuras tinieblas.

Iba a decir que no os preocupaseis por mí, que estoy bien, pero que diablos, ya no lo hacéis. Sois tan detestables como yo mismo, por eso leeis, y por eso ahí os va lo que escriba de ahora en adelante. Para vosotros, insensibles, sadomasoquistas (puedo asegurar que lo sois si habéis llegado hasta aquí) y queridos lectores.

Que os follen.