sábado, 28 de febrero de 2015

Veneno que esclaviza.

https://www.youtube.com/watch?v=Qq4j1LtCdww

Insano veneno que esclaviza.
Horrible y sensual lascivia.
Muerte interior que se debe aceptar.
Se que no eres gran cosa,
qué como tú hay unas cuantas más,
mejores podría encontrar,
pero será porque llegaste en el momento
en el que me veías decidido,
y decidiste abusar,
hubiste de aplicar la estaca final,
disparaste la bala de plata
que mata a este hombre lobo.

¿Será que puedes oler la vulnerabilidad,
de alguna forma,
y te aprovechas de ella?
Será quizá, que disfrutas
exprimiendo la naranja hasta
que la pulpa se desgasta,
y da paso a la piel amarga,
seca y sin jugo.
No se si es a propósito,
o si es talento natural,
pero qué bien se te da,
y seguro que no soy el primero en decírtelo.
¿Qué obtienes?
Rabia, instinto
de animal herido,
herido hasta la saciedad
por la sociedad,
y por fracasos en estabilizar
su situación emocional.

Deberé aplaudirte, pues,
por semejante logro...
Maldito veneno que me corroe las extrañas.
Eres veneno, veneno que oprime,
que esclaviza, que te ata con cadenas
que no quieres romper.
Veneno, veneno dulce y amargo.
Eres agua ponzoñosa, vil engaño,
sonrisas baratas,
felicidad momentánea,
humo en el aire,
marihuana en mi bolsillo,
etéreo bienestar,
y yo,
un robinsón en una isla desierta,
un fracaso de artista,
un decadente poeta,
un farsante típico que juega a escribir,
un lobo solitario, que no podía faltar,
un paria ronin, al que no le gusta jugar
al mismo juego que la mayor parte de la sociedad.

Soy un niño malcriado.
Un grano de arena en un desierto.
Insignificante dónde los haya,
cuando hubiese querido ser un Dios,
ya que he de quedarme solo.
O quién sabe con qué compañía.
¿Un Dios humano, al fin y al cabo?
Ya no sería Dios,
sería un elevado.
Lo dejo. Dejo mis delirios de grandeza.
Para siempre.
Sé que miento.
Lo sabía mientras lo escribía pero quería escribirlo.
Y ya empiezo a parecer un puto modernito,
escribiendo todo lo que piensa.

Creo que me voy a ir a dormir.
Al fin y al cabo, no me necesitáis
para nada.
Buenas noches.

A ti también
veneno que esclaviza.

viernes, 27 de febrero de 2015

Morir matando.

Iron Maiden: The trooper.

Morir matando,
dulce final,
soy el adalid del demonio,
el azote de la humanidad.
Palabras sin piedad.
Odio puro, destilado
ojalá os pudiese destrozar.
La humanidad no merece otro final.

I am the trooper,
I shall kill you all,
'till the final bullet
makes me fall.

Come on for another round
come here,
you shall not survive.
You all shall die,
get out of my way,
flee out this day,
fear me, you shall say,
I am a beligerant guy.
If I don't go
to dance with the death,
then I will get tired,
till another adrenaline rush
makes me feel alive.

Vivir para la adrenalina,
para el odio, la guerra,
para no amar jamás.
Quiero guerra,
quiero matar,
quiero que algo me llene,
el vacío que tu no pudiste llenar.
Morir matando,
dulce final.

Y el orgullo nos mató.

Y el orgullo nos mató.
Me cansé de perseguir quimeras,
de quererte y que no me quieras,
de no saber vivir solo ni acompañado.
Qué desilusión.

He perdido la cuenta de los cigarros
que llevo esta noche.
Me gusta fumar porque el humo
se desvanece como nuestros recuerdos.
I guess you don't mind.
Acaso alguien?
Quizá tengas razón en eso de que,
las miserias del alma de uno,
no le interesan a nadie más que a uno mismo.
En parte, estoy acostumbrado a estar solo.
No es algo a lo que no esté acostumbrado,
pero tampoco algo que me guste.
Si al menos pudiese
echarme una partida al lol en condiciones,
esto no estaría tan mal.
Ya estaría olvidándote.
Pero mi puto compañero de piso,
es tan desconsiderado como tú.
Me equivoqué contigo.
Bueno, estaba en mi derecho.
Todos nos equivocamos, ¿no?
¿Te equivocaste tú conmigo?
De lleno.
Siempre te equivocas.

Y el orgullo nos mató,
igual que Israel
bombardeando Gaza.
La noche se me hace larga,
pero... ¿para qué dormir?
Se nos pasará.
Eso es lo peor,
que se nos pasara y
quería que me dejases marca.

Empiezo a sentirme un patético Mosby,
buscando el amor.
Ya no tengo fuerzas ni para enfadarme,
simplemente no funcionó.
Igual que no funciona
esta sociedad enferma.
Igual que no funciona...
¿qué funciona?
¿Hay algo que funcione en este mundo?
¿Algo puede devolverme la ilusión?
Ya no me queda.
Estoy cansado,
derrotado,
ni siquiera soy capaz de escribir,
no me quedan símiles,
ni metáforas,
ni comparativas.

No me queda nada.
Quería volcarlo todo en ti.
Eras mi gasolina.
Ya no hay combustible
que me haga revivir.

Y el orgullo nos mató,
nos hizo más fuertes.
La esencia de la fuerza
es la desilusión,
que ya nada te sorprenda.
La indiferencia.
Esa es la verdadera fuerza.

Estoy casi azul.
Me falta prácticamente nada,
solamente sentir.
Estoy inapetente.
Solo fumo cigarros,
a falta de una buena
china de hachís.
No quiero sentir.
Quiero anestesiarme,
dejar correr el tiempo,
que me cure por dentro,
que ya no quiero vivir.
Si estuviese triste,
o enfadado...
querría vivir.
Al menos me habrías dado
un buen motivo.
La venganza no es un mal motivo.
Pero no quiero vengarme.
No le encuentro sentido,
ni motivos,
ni nada que me empuje a hacerlo.
Me has contagiado tu pasividad.

Y el orgullo nos mató.
Qué muerto estoy por dentro.
El orgullo nos mató,
qué esperpento,
grotesco desamor,
inútil lamento,
llorar sería un esfuerzo,
y no me apetece ni esforzarme.

El orgullo nos mató,
la ilusión zarpó
en el frío invierno.
Para siempre invierno.
Eterno invierno.
Porque el orgullo nos mató.